- Una historia personal que me llevó a acompañar a otras mujeres
Conóceme
De la maternidad a la vocación de acompañar
Doula, educadora perinatal y eterna aprendiz de la sabiduría del cuerpo.
Soy Caroline, francesa de nacimiento, mexicana de corazón, madre de dos hijos y doula por vocación profunda (y también por necesidad: fue eso o quedarme perdida en el tsunami de la maternidad moderna).
Después del nacimiento de mis hijos —y de una buena sacudida llamada depresión postparto— descubrí que la educación perinatal no solo era una profesión, sino una medicina. Estudié en La Salle, y desde entonces no he parado de aprender, sanar y acompañar. No fue un camino recto ni decorado con moños, pero sí uno profundamente transformador.


Respeto Radical

Confianza en la sabiduría del cuerpo

Ciencia y evidencia con alma

Sostén amoroso

Escucha profunda

Cuidado cíclico y consciente
- Mi camino como doula
Mi formación
Me he formado en parto en agua, gentle birth, Blissborn (hipnoparto), gimnasia hipopresiva, Reiki, y he caminado con abuelitas mayas en Yucatán que me enseñaron a sentir con las manos: masaje, cierre de cadera, y el arte de sostener a otra mujer sin palabras. Facilito círculos de autoconocimiento con el taller de las 13 lunas, donde el tiempo se mide con el corazón y no con el reloj.
Que tu cuerpo fue hecho para parir. Que tu mente puede ser aliada y no enemiga. Que la transformación es parte del viaje —aunque a veces venga despeinada y con ojeras.
Sí, me gusta hablar de ciencia y evidencia. Pero también de la sabiduría mamífera, de la voz interna, del silencio que acompaña y de la tribu que sostiene.
Acompaño partos, postpartos, nacimientos de bebés y de nuevas versiones de ti.
No prometo respuestas fáciles. Pero sí un espacio seguro, humano, lleno de respeto y sentido (del humor también, porque si no reímos, ¿cómo vamos a parir?).

Misión
Acompañar a las mujeres y familias en su camino de transformación durante el embarazo, el nacimiento y el postparto, integrando ciencia, sabiduría ancestral y autoconocimiento. Mi misión es recordarles que ya saben parir, guiarlas con compasión y presencia, y crear espacios seguros donde el cuerpo, la mente y el alma puedan confiar, soltar y florecer.

Visión
Crear una red viva y consciente de maternidades informadas, libres y conectadas con su poder interno. Imagino un mundo donde cada nacimiento sea un portal de amor, respeto y despertar —y donde las mujeres no solo den a luz a sus hijas e hijos, sino también a nuevas versiones de sí mismas.